El masaje y otras técnicas manuales están dirigidas a mitigar los dolores musculares, ya sean de tipo tensional, de bloqueo energético o de falta de tono, utilizándose también como una aportación complementaria y eficaz en la aplicación de otro tipo de terapias.
Al trabajar sobre las tensiones musculares, ayudamos también a desbloquear líneas energéticas y articulaciones; mejoramos el drenaje de fluidos y optimizamos el funcionamiento de los órganos. Sin olvidar, por supuesto, el efecto equilibrador que tiene el contacto terapéutico de un profesional en el cuerpo de otra persona.
A menudo es conveniente realizar correcciones estructurales en la columna vertebral, caderas, piernas y demás articulaciones del cuerpo incluido el cráneo, que se pueden realizar mediante movilizaciones, estiramientos o tracciones de la osteopraxia.
El masaje terapéutico también se ve enormemente beneficiado al complementarse con técnicas afines procedentes de la Medicina Tradicional China o de aparatología moderna como el láser de alta potencia o las ondas de choque.
Entre las dolencias más comunes en las que el quiromasaje es eficaz podemos nombrar:
Lumbalgias, dorsalgias, cervicalgias, contracturas, ciática, calambres, fascitis, tendinitis, trastornos circulatorios, etc.